Aún recuerdo cuando decidí abrir este blog; su fin, algo complejo, al principio que contar mis historias, pero en tercera persona, algunas veces lo hacia, otras, para desahogar penas muy densas y desfogar sentimientos encontrados que me embargaban en el momento, poco tiempo después, lo hacía de manera exporadica, a veces, ya ni caso le hacía, pero bueno, siempre es bueno apretar el botón para re-iniciar una vez mas, para olvidar lo que nos agobia y no nos deja avanzar como quisiéramos hacerlo.
Cada persona, tiene un objetivo o una finalidad, en esta vida, o quizá en otra o en todas las que vengan; ahora, creo que me encuentro en un proceso de re-descubrir cual es la misión que tengo encomendada. Muchas personas dicen no descubrir cual es tan misteriosa misión que tenemos en la vida, sin darse cuenta que ya la vienen cumpliendo, con el simple hecho de escuchar, apoyar, ayudar, brindar un hombro u otra acción, están realizando un misión; ser un soporte emocional para quien necesita ser escuchado.
Hace unas semanas, tome la decisión de asistir a terapia, y no las que ayudan a rehabilitarte de algún accidente o lesión; esta, es una terapia para contar y ayudar a superar perdidas, temores, rencores, penas que ni uno mismo saben que existen dentro de uno mismo. Esta terapia, con el paso de las sesiones, creo, me viene ayudando a superar o saber sobrellevar ciertas situaciones que le han pasado a mi vida en los últimos años de mis ya 30 décadas.
Y es que, a raíz de un episodio nada complaciente, relacionado al estado de salud de mi persona, -afloraron -diría yo- varios temores y penas ocultas que aún viven en mi, resistiendo a salir en el momento que debieron; los factores, varios, no infinitos, pero uno que otro complejo, por así decirlo. Y es que un susto como aquel, hace replantearte si las cosas que vienes haciendo están bien o debes de cambiarlas radicalmente, por una propia mejoría, personal, anímica, emocional, espiritual, etc, etc, etc.
Aún me encuentro en un proceso de descubrir que es lo que aun agobia -de manera interna- de descubrir y controlar a mi propio antojo mis miedos superarlos y retomar mi ruta, con algunos ligeros cambios, pero con miras a mejorar, anímica y emocionalmente; pero lo que si tengo claro es que esto, solo me detiene momentáneamente, pero no me detendrá por completo.
Solía dejar una canción relacionado a lo que escribo, así que, fuera la mala vibra.
(Hasta la otra semana, lo prometo)
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