Dicen que llorar, ayuda a desahogar el alma, a calmar las penas, a respirar un poco mas profundo y continuar recorriendo el camino de la vida, y si, no deja de ser cierto; pero creo que escribir, tambien ayuda a liberar emociones internas, esas que te hacen nudo la garganta, que te presionan el pecho y dificultan la respiración.
Ya son casi seis meses de los que vivo con ansiedad, con días altos y bajos, con días, como este, por ejemplo, en el que no quiero hacer nada porque ni los ánimos me ayudan a estar bien, en la que escuchar los tipos audios de relajación o los videos de meditación de youtube, ayudan poco o nada.
Siempre suelo escribir cuando siento que con palabras no puedo describir como me siento, o cuando las lagrimas no me llegan a calmar del todo la mente, el alma y el corazón.
Se que poco a poco estas sensaciones irán desapareciendo; que particularmente deseo que desaparezcan ya, pero dicen que la ansiedad tiene un motivo y objetivo en cada uno, ayudar a ordenar tu vida para seguir adelante, por más que uno crea que el mundo se acaba, solo dura algunos minutos, o quizá algunas horas, pero hay que ser valientes para resistir y no caer.
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